Cómo conservar un abrigo de piel

Como expertos en limpieza de peletería a domicilio recordamos a nuestros clientes que las prendas de alta peletería, si las cuidan, les pueden durar toda la vida. Eso sí, existen varios factores que las pueden dañar seriamente. Vamos a ver cuáles.

Los agentes que más daño pueden hacer a las prendas de piel son el calor, la humedad y los insectos. Para poder conservarlas en perfecto estado, es imprescindible acometer una serie de cuidados:

1.- Escoger el armario más fresco que tengamos en casa. Comprobar que por su interior no pasen tuberías de agua o similares.
2.- Colgar las prendas en perchas grandes y anchas, abrochando siempre el primer botón o corchete. De este modo se evitarán posibles deformaciones de escote, hombros o cuello y la prenda no se caerá de la percha.
3.- Usar recursos naturales como antipolillas, por ejemplo, poner hojas de laurel en los bolsillos de las prendas. El laurel es muy eficaz y no deja olores residuales.
4.- Cubrir las prendas con bolsas de tela transpirables, lo suficientemente largas para que el bajo no roce el fondo y evitar de este modo que se arrugue.
5.- Colocarlas en el armario de manera holgada, sin presiones que puedan aplastar o deformar el pelo.

En Goldrys te recordamos que, con el paso de los años, las prendas de piel natural ganan peso y se van endureciendo por el efecto "mecha”. Esto quiere decir que el pelo va absorbiendo humedad del ambiente y la grasa del cuero se va endureciendo y volviendo rancia. Las prendas quedan por lo tanto más duras, más pesadas y más acartonadas. Por eso no podemos guardarlas en armarios con humedad. Se puede realizar una limpieza y un proceso light a las prendas para devolverles esa ligereza y peso que han cogido con los años. Por descontado, el lavado siempre ha de correr por cuenta de profesionales que conozcan los métodos adecuados en cada caso.